lunes, 5 de marzo de 2012

La "psicosis" de Hitchcock



Aprovechando las últimas noticias que nos han llegado sobre el rodaje de Alfred Hitchcock and the Making of Psycho, hemos querido empezar la semana hablando del gran mago del suspense y, cómo no, de su susodicha obra maestra: Psicosis (1960). El título pertenece a una de las etapas más reconocidas del director que transcurrió desde los años cincuenta hasta mediados de los sesenta y en la que adquirió el nombre de “The Master of Suspense”. En  ella se incluyen títulos como Los pájaros (1963), Vértigo (1958) o La ventana indiscreta (1954). 

Hitchcock acababa de rodar Con la muerte en los talones (1959) cuando los productores de la Paramount le propusieron hacer esta película. El guión inspirado en la novela de Robert Bloch corría a cargo de Joseph Stefano (al cual ya le habían ofrecido varias veces trabajar con Hitchcock). Lo curioso de este rodaje es que se llevó a cabo en absoluto secreto, ródandose en los estudios de televisión de la Paramount y utilizando un nombre falso para el título de la película incluso en la claqueta.

No voy a entrar en el argumento de Psicosis ni tampoco en si está o no bien realizada; mucho se ha dicho ya sobre ello y todos la hemos visto (o deberíamos haberla visto). Nadie pone en duda que Psicosis se trata de una gran obra maestra tanto en los aspectos técnicos, como en los narrativos o en los argumentales. Pero aunque lo creáis o no, al principio, algunos críticos calificaron esta película como una mancha en la carrera de Hitchcock; aunque hoy en día nadie se atrevería a decir lo mismo ¿no? Y es que esta película es otro de esos fenómenos cinematográficos que pasan a formar parte de nuestra cultura. Cuando decimos “Psicosis” todo el mundo se acuerda de esa escena en la que Marion es brutalmente asesinada con un cuchillo mientras está en la ducha acompañada, cómo no, de ese mítico sonido de violines chirriantes; todo ello en una secuencia que cuenta con más de 50 planos en menos de 3 minutos. Y, todo hay que decir, que semejante secuencia magistral tardó en rodarse una semana y se utilizaron casi 80 ángulos distintos de cámara. No nos queremos ni imaginar lo harta que acabó Janet Leigh de repetir una y otra vez la toma bajo la ducha o de lo bien que se lo pasaría Hitchcock viéndola (corre el rumor de que el director siempre se enamoraba de sus actrices). 

Si no lo habéis hecho ya, os invitamos a que intentéis encontrar al maestro del suspense en la película ya que, como muchos sabrán, casi siempre hacía cameos en sus propios filmes. Aunque si agudizáis el ingenio no será de lo único que os deis cuenta. En Psicosis también aparece la hija de Hitchcock (cuya carrera como actriz no fue muy lejos pese a llevar ese gran apellido) interpretando a la secretaria que trabaja junto con Marion. Pero las curiosidades del filme más especiales se nos ofrecen en forma de metáforas. Ejemplo de ello es la ropa interior de Marion que representa, válgame la redundancia, su propio interior. Al principio de la película podemos ver como Marion utiliza ropa interior de color blanco, pero al llegar al hotel y cambiarse (mientras Norman la observa a través del famoso agujero tras el cuadro) ésta es de color negro. Y de ahí que necesite darse una ducha, ya que ésta es otra metáfora que representa su propia purificación para “limpiarse” tras haber robado el dinero.

Si nos fijamos en el cuadro que Norman aparta nos daremos cuenta de que se trata de una imagen de la historia bíblica de “El baño de Susana”. Para quien no esté al corriente de la historia de Susana, tan sólo os diremos que cuenta cómo la joven y bella Susana se dispone a darse un baño mientras dos ancianos la observan y posteriormente intentan violarla. Curioso ¿no? Pues ahí no acaba todo. El hotel de Norman Bates podría parecer un homenaje a Los pájaros puesto que tanto en los cuadros de las habitaciones como en su propia “guarida” de la trastienda de la recepción aparecen gran cantidad de estos animales ¿y por qué? Muy sencillo, Hitchcock utiliza la imagen de los pájaros como metáfora de la locura en varios de sus filmes, y seguramente en este caso intentaba darnos una pista sobre el dueño de este extraño hotel. 

Como véis, podríamos escribir casi un libro sobre curiosidades de Psicosis: como que el sonido del cuchillo matando a Marion se hizo con clavándolo en una casaba (un tipo de sandía de color amarillo); o que los gritos de Marion mientras es asesinada no fueron doblados, sino que la propia Janet Leigh se dejó la voz en ellos (se dice que Hitchcock utilizó agua fría para que fueran más reales). Pero lo dejamos aquí por hoy. Y ahora sólo nos queda preguntarnos si Scarlett Johansson podrá gritar así de bien en la ducha o de si Anthony Hopkins podrá captar ese halo misterioso que rodeaba siempre a Hitchcock con todas sus manías y genialidades. ¿Lo conseguirán?

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