domingo, 12 de febrero de 2012

Domingo en serie: Walking Dead Derribado


El inicio de la segunda temporada de The Walking Dead podía haber sido muy diferente. Frank Darabont tenía sobre el papel, en su guión, lo que podría haber sido el inicio de la segunda temporada que, por motivos artísticos (y seguramente presupuestarios), quedó finalmente desechado.  Supuso, además, las rencillas que terminaron con el director de La Niebla fuera del proyecto. La escena inicial nos trasladaba a los primeros días del apocalipsis zombie, antes de lo que en el libro Guerra Mundial Z denominan "El Gran Pánico". 

La historia seguía a un grupo de Rangers en Atlanta que se quedaban atrapados en pleno brote epidémico. “Todo lo que tenían que hacer era asegurar un perímetro de unas doce manzanas.  Una tarea aparentemente sencilla que pasaba del ‘la ciudad es segura’ al ‘mierda, hemos perdido el control, el mundo se está acabando’”, dice Darabont en una (supuesta) carta enviada a los de Ain’t It Cool. Como dicen en varias webs, igual que en Black Hawk Derribado, pero sin somalíes y con zombies. Suena muy interesante. 

En esa misión por Atlanta, el equipo de Rangers se iría cruzando con varios de los personajes principales. Como Amy y Andrea, resguardadas en una improvisada barricada llena de civiles. Todos tienen órdenes de disparar a matar a los zombies para detener la propagación del virus pero la situación se descontrola, el pánico se apodera de todos y varios civiles acaban devorados por los zombies o acribillados en el fuego cruzado. No es el caso de las dos hermanas, que reciben la inesperada ayuda de un (entonces) desconocido. Así es como se encuentran con Dale: “Para ellas no es nadie, sólo un tipo que ve la oportunidad de hacer el bien en un momento determinado y que sabe reaccionar ante la situación”, comenta Darabont. 


El capítulo acababa con el último superviviente de los Ranger infectado dentro de un tanque. Un vehículo que los aficionados seguro ya tienen en su mente tras los capítulos de la primera tempoerada. La idea de Darabont era hacer una especie de flashback al final del capítulo uniendo las historias de Rick y el Ranger, al que acaba disparando. De esta forma pretendía contarnos que detrás de cada zombie, de cada muerto andante y pútrido, hay una historia más o menos conmovedora. El objetivo era romper la linealidad de la serie con un capítulo distinto. 

Desde luego, la idea parece fantástica, pero los encargados de poner el dinero no vieron rentable financiar un capítulo que requería una fuerte inversión de dinero sin adelantar la trama de la serie. Pero sólo ver el trailer de Black Hawk derribado e imaginar lo que pudo ser ese capítulo de The Walking dead hace que quiera agarrar una cámara, juntarme con los amigos y rodarlo yo mismo si hace falta. 

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